El Municipio de Villa La Angostura reafirma su compromiso con el acceso a la educación pública de calidad, la planificación urbana sustentable y la institucionalidad democrática. Ante los cuestionamientos expresados hacia la Ordenanza N.º 4275/2025, que incorpora el uso educativo y recreativo a un lote con uso deportivo, creo importante y considero necesario, expresar mi visión sobre los fundamentos que sostienen esta medida. Educación pública: una deuda pendiente que no puede esperar El cambio normativo aprobado por mayoría en el Concejo Deliberante (5 votos a favor, contra 2 abstenciones que considero inexplicables) habilita en principio el cambio del uso de esos terrenos, apuntando a lograr la construcción de dos establecimientos educativos largamente esperados por la comunidad, uno de ellos creado hace más de una década sin que se haya logrado una solución educativamente digna y merecida. El otro ya con 3 años desde su creación, pero firmemente instalado como una opción alternativa de educación. En el primer caso se trata de una obra financiada por el Estado Provincial, con el presupuesto asignado y proceso licitatorio inminente. No se trata de una intención futura: es una oportunidad concreta y actual, que representa millones de pesos de inversión pública y generación y demanda de trabajo local. El proyecto de la EPET tambien tiene financiamiento aprobado, en este caso con fondos comprometidos por Nación y resulta igualmente importante para la comunidad educativa local. Una decisión legal, planificada y respaldada La ampliación del uso del lote fue posible gracias a un dictamen legal válido que permite al Concejo Deliberante modificar el destino del suelo urbano, integrando el uso educativo a un lote ya identificado como deportivo, conservando además su uso recreativo. Es muy importante dejar en claro que no se desafecta un espacio verde. No se privatiza. No se enajena. Se amplía su funcionalidad al servicio del bien común, cumpliendo con todas las normas vigentes. Lo público no se defiende solo con papeles, también con hechos Es fundamental aclarar que comparto plenamente el espíritu protector de la Carta Orgánica respecto a los espacios verdes. Pero entiendo que la defensa de lo público también incluye garantizar el derecho a la educación de niños, niñas y adolescentes que hoy cursan sus estudios en condiciones provisorias o insuficientes. Una mirada integral, no fragmentada El gobierno municipal gestiona con visión integral: protege el ambiente, cuida los espacios verdes, planifica la urbanización, y también impulsa con fuerza las obras que elevan la calidad de vida de los vecinos. Construir escuelas nunca puede ser un retroceso institucional y en este caso en particular, es un acto de justicia social, legal y planificado. Estoy convencido que no podemos ni debemos perder la oportunidad de estas construcciones no solo por los casi 200 alumnos actuales de cada uno de ellos, sino por todos los cientos y miles que en un futuro inmediato podrán cursar sus estudios, en su propio establecimiento, con las condiciones que se merecen y que no pueden ni deben ser menores o peores que los de cualquier alumno Neuquino. Invitación al diálogo y a la verdad institucional Con todo el respeto por los posicionamientos jurídicos e históricos expresados por los firmantes de las diferentes notas y planteos, muchos de ellos con valioso recorrido en la vida democrática de la comunidad, resulta imposible aceptar que se acuse de ilegal o inconstitucional una acción que fue avalada por los mecanismos institucionales vigentes, sin siquiera contemplar el derecho elemental que está en juego: el acceso a la educación pública en condiciones dignas. Por ello, invito a todos a retomar un diálogo responsable y constructivo, sin perder el respeto por las opiniones, sin especulaciones judiciales y priorizando el interés colectivo y la transparencia. Porque defender la educación pública también es defender el patrimonio social de Villa La Angostura. RUBEN O. MONZON